De hecho, a primera vista, las almohadas son muy parecidas, pero, en verdad, hay mucha diferencia entre ellas. La tela que la reviste, la materia prima utilizada para el relleno y el tratamiento que los productos reciben hacen mucha diferencia. Las buenas almohadas dan apoyo a la columna cervical (cuello), ajustándose al tamaño o formato de la cabeza y cuello. Esta adaptabilidad y confort varía de persona a persona de acuerdo con la necesidad específica de cada uno. Para esto, Plooma tiene almohadas en varios tamaños y varios tipos de relleno: plumones, plumas, plumones y plumas, poliéster Fiber Ball, Viscoelástica y Látex, además de tratamientos antimicrobianos, que garantizan un sueño sin alergias.

Profesionales de la salud recomiendan el cambio de almohadas cada 2 años.

Después del uso diario, se debe mover suavemente las extremidades de las almohadas de plumones y plumas, ayudando a las piezas a recuperar su estado natural. Este hábito ayuda a la conservación del producto. Si se tuviera la impresión que la almohada está «marchita», solo debe colocarla al sol o secadora.

Aunque muchas personas crean que son alérgicas a plumones y plumas, las alergias no son causadas por los plumones y plumas, sino por el polvo residual (ácaros) que puedan contener en la almohada cuando estos productos no fueron sometidos a un tratamiento antimicrobiano. Plooma garantiza que sus productos son Hipoalergénicos, pues utiliza el tratamiento antimicrobiano Ultrafresh.

Existen muchos tipos de fibras sintéticas utilizadas para el relleno de almohadas y edredones en el mercado. Plooma utiliza fibra de poliéster Fiber Ball siliconada, de formato redondeada y tiene un alto poder de resiliencia (después del tiempo de uso vuelve fácilmente a su forma original), es muy flexible y suave. Los productos confeccionados en poliéster Fiber Ball son fáciles de lavar y secar, además de la buena capacidad de recuperación del volumen inicial. Proporciona a la almohada un toque muy suave.

Se trata de una tela especialmente desarrollada por Plooma con certificación internacional NOMITE, 100% fibras de algodón, supercal 210, 240 y 280 hilos. La trama de esta tela es lo suficientemente cerrada como para impedir el paso de las plumones y plumas (no traspasan) y abierta lo suficiente para permitir la respiración natural de la piel. El hecho que la trama sea muy cerrada también impide la migración de ácaros.